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Embarazo

Historia - Parte de una serie
Parte 3: Esta página

Luego de un tiempo para pensar y recuperarnos de la pérdida, decidimos intentar con otra niña. La distrofia muscular de Duchenne casi nunca tiene efectos en niñas, el mayor riesgo es la condición de portadoras y que algún día podrían pasar por lo mismo cuando quieran sus propios hijos.

Luego de otra serie de medicamentos e inyecciones, llegó el día programado para la segunda transferencia (20 de abril del 2022). Hicimos lo mismo, viajamos la noche anterior, dormimos en Indiana y fuimos a la cita. El doctor que conocíamos no pudo estar ahí porque tuvo una cirugía en su rodilla. Otra doctora hizo el procedimiento, que esta vez transcurrió mucho más tranquilo que la primera vez. Después del procedimiento le pedimos al embrión en el vientre que dejara que la conociéramos. Volvimos al hotel y al día siguiente de vuelta a casa.

Empezamos a considerar el nombre Abby, derivado de Abigail, cuyo significado es “regocijo del padre”. Siguieron otras dos semanas de espera por la prueba de embarazo y mientras tanto medicamentos e inyecciones diarias. El día antes de la prueba de sangre programada (1 de mayo), Dessireé no pudo esperar más y se hizo un test casero en medio de la noche. Así nos enteramos de que éramos papás. La verdad, yo seguía nervioso y no quería hacerme ilusiones aún hasta no tener la prueba de sangre. Dessireé por el contrario estaba súper contenta de que nuestro embrión había sobrevivido.

En la mañana del 2 de mayo nos confirmaron la excelente noticia. La hormona de embarazo tenía un nivel alto (1641 mlU/ml). No le contamos a casi nadie porque dicen que el primer trimestre es peligroso y porque había que hacer una segunda prueba para ver si el nivel de la hormona del embarazo seguía incrementando día a día. La segunda prueba de sangre la hicimos el 4 de mayo, y confirmó que la hormona del embarazo iba en aumento (4765 mIU/ml). Entre el 2 y el 4 de mayo, hicimos dos pruebas de embarazo caseras con resultados positivos. Mientras tanto había que seguir con medicamentos y aún más inyecciones hasta que la placenta pudiera tomar el relevo y seguir produciendo las hormonas que la bebé necesita para desarrollarse.

Abby
Abby

Durante ese tiempo, nos hicieron dos ultrasonidos para confirmar el latido de su corazón, uno a las seis semanas de embarazo (18 de mayo) y otro a las ocho semanas (31 de mayo). En el primer ultrasonido, el corazón latía a 108 lpm, y en el segundo ya latía a 167 lpm. El resultado del primer ultrasonido reveló un sangrado de la placenta, que nos dijeron era normal en casos de embarazos por FIV y nos preocupamos. Sin embargo, estábamos muy contentos de que el embrión tenía latido. A Dessireé le pareció ver al embrión mover su pequeña manita durante el segundo ultrasonido y comparó a la bebé con un osito de goma.

6 semanas
6 semanas
8 semanas
8 semanas

Todo transcurrió normal, pasamos el tiempo indicado de las inyecciones (10 semanas) y nos “graduamos” de FIV. No más inyecciones y a partir de ese momento los controles empezaban a ser los normales de cualquier embarazo. Algunos chequeos extra por considerarse un embarazo de riesgo por varios factores: FIV, edad y ser portadores de DMD. A los 3 meses empezamos a contárselo a todo el mundo, ¡estábamos muy felices! Y las cosas iban transcurriendo normal.

El primer trimestre trajo algo de náuseas, pero ningún otro síntoma de que preocuparse. A las 14 semanas, a pesar de que la placenta estaba hacia el frente del vientre, empezamos a sentir los movimientos de Abby.

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